Primeras Comuniones. Campaña 2017.
El tiempo pasa más deprisa de lo que querríamos y a nuestros hijos, que eran unos bebés hace nada, ya les toca hacer la Primera Comunión. Puede que a los padres se nos haya venido encima sin darnos cuenta, pero para ellos es un momento muy especial con el que vienen soñando desde hace tiempo.
El gran día se acerca y los críos lo viven con la ilusión propia de su edad y su mente. Una mente infantil que, una vez pasada la Comunión, comprobaremos que en poco tiempo cambiará, evolucionando hacia otra etapa vital, en la que empezarán a dejar de ser los niños que eran...
El caso es que, queramos o no, ésta va a ser una de las últimas oportunidades señaladas de disfrutar con nuestros hijos siendo todavía verdaderamente niños. A ellos cada detalle de su Primera Comunión les quedará grabado indeleblemente, así que merecerá la pena esforzarnos para que sus recuerdos sean los mejores posibles.
Una de mis mayores satisfacciones personales se produce cuando me cruzo con alguien que me recuerda como el fotógrafo de su Primera Comunión y cómo al cabo del tiempo conserva la sensación de lo divertido que fue, haciendo incluso referencia a momentos, detalles o palabras que aún le resuenan.
Hace poco tuve la oportunidad de hacer el reportaje de boda a una chica a quién, en su momento, también le realicé sus fotos de comunión. Estas cosas nos pasan a los fotógrafos, afortunadamente...
Sofía me había hablado de su álbum y el cariño que le tenía. Cuando los cité para entregarles su reportaje le pedí que lo trajera pues tenía curiosidad por comprobar cómo se vería con el paso del tiempo.
No pude evitar sentir complaciencia al ver que un trabajo de 1999 había aguantado 16 años sin parecer viejo. Una atemporalidad conscientemente buscada ya entonces, basada en la naturalidad de los retratos, en la sencillez, en la frescura de las expresiones y surgida del juego y la empatía con los niños.
Siempre he tenido la convicción de que el tiempo premia lo natural y auténtico y castiga los efectismos y las modas...
Vi cómo aquella recién casada, con el álbum de su comunión en la mano, le contaba divertida a su pareja anécdotas que aún recordaba de la sesión. Me sentí feliz.
Desde hace cierto tiempo he introducido en mis sesiones la posibilidad de hacer fotos en exteriores, además de en el estudio, combinando ambas opciones según la duración de la sesión. El hecho de tener a mi disposición unos jardines muy cercanos me permite hacerlo sin pérdida de tiempo ni coste adicional, pero con la gran ventaja de que los críos se encuentran más a gusto y relajados, pudiéndoles tomar incluso más cantidad de fotos en el mismo tiempo, teniendo así más variadad para seleccionar el álbum (Ver galería de fotos).
La luz natural aporta color, volumen y una textura especial, permitiendo la separación de planos y consiguiendo una calidad en el bokeh de una belleza única.
Si te gusta nuestro trabajo llámanos, pásate por nuestro estudio o envíanos el formulario de contacto. Disponemos de sesiones desde media hora (sin mínimo de fotos), hasta álbumes encuadernados con diferentes acabados y precios.
Y, por supuesto, podemos ofrecerte originales recordatorios personalizados (fotos, portarretratos, cartonaje, madera...), dípticos, trípticos, marca-páginas, etc.