Este palacio de fachada barroca situado en la orilla asiática de Estambul, en el Bósforo, era utilizado por los sultanes otomanos principalmente como residencia de verano para la caza, aunque también era usado como lugar de residencia de invitados o dignatarios.
Esta gente no se cortaba un pelo y tenía palacios "pequeños" de éstos donde elegir para ir a pasar unos días, y a cual más lujoso, decorados a base de enormes lámparas de cristal de bohemia, mobiliario de ébano, ostentosos candelabros, mármol por doquier, enormes espejos con marcos de pan de oro, finos suelos, etc. Vamos... que no se arreglaban con cualquier cosilla los colegas...